jueves, 6 de septiembre de 2012

Burgui. Navarra














Ramos de San Juan protegen la casa. Es el rusco. 

El rusco y la pezuña de jabalí en Jacetania.


Es la casa un espacio sagrado para el pueblo vasco, “Tierra y albergue, templo y cementerio, soporte material, símbolo y centro común de los miembros vivos y difuntos de una familia”.


La eguzkilore es una flor grande, seca, de aspecto pajizo, cuya forma nos recuerda a un sol en llamas. Con frecuencia decora las puertas y dinteles de  caseríos y viviendas.

la eguzkilore , sorginlore , kardulatza o kardusantue , que de todas estas formas se la conoce, es en realidad cardo silvestre que nace en las zonas altas de montaña a principios de otoño.

La costumbre de poner una flor de cardo en la puerta de los hogares para ahuyentar a los espíritus fue bastante común en toda la franja pirenaica. La explicación más usual es la siguiente: las brujas, al acercarse a la casa en la oscuridad de la noche, confunden la eguzkilore con el sol y corren a refugiarse en sus covachas temiendo que el despuntar del día las sorprenda a la intemperie. 

La curiosidad pierde a las brujas: una vez que las sorginas llegan a la entrada de un caserío, descubren la flor colgada y no pueden resistir la tentación de contar uno a uno todos los pelillos del cardo, y en esas se les va la noche entera sin haber franqueado la puerta, con lo que al alba deben huir si no quieren que la luz del sol las traicione. Interpretación idéntica a la que en Brasil justifica que en las puertas de las casas se cuelgue un manojo de corbatas: las brujas antes de entrar se ponen a contar sus hilos, lo que les lleva toda la noche. Sea como fuere, interesa sobre todo subrayar que al cardo está unida la cualidad de protección contra los malos espíritus.

En la antigua China el cardo formaba parte de la dieta cotidiana, al considerarse que su ingestión aseguraba la longevidad: esta creencia posiblemente tenga su razón de ser en que esta flor, una vez seca, puede conservarse de forma casi indefinida sin perderse.



Otra explicación es que en la noche de San Juan en muchos pueblos de la montaña de Navarra colocan la flor del cardo sobre las puertas de las casas en defensa contra el rayo.

Como representante del Sol, la Eguzkilore impide la entrada de malos espíritus, de tempestades, de genios malos, de brujas y de enfermedades.



Las primeras persecuciones de la brujería en Navarra: Valles de Roncal y 

Salazar y zona de Orreaga-Roncesvalles. 

(Auritz-BurgueteOrreaga-RoncesvallesOchagavíaBurgui y Vidángoz)


Mapa Ruta Brujería













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