sábado, 30 de agosto de 2008

Ermita de Urbanos. Nuestra Señora de la Piedd. Torrejoncillo del Rey. Cuenca

En el paraje de la ermita de los Urbanos situamos la casa del Santón y el pozo del mismo nombre en terrenos de la dehesa de Jaramillo cerca del cruce de los caminos Madre de Dios y el de Huete a Palomares. Dos kilómetros al oeste discurre la cañada de Los Serranos o de Los Chorros. No lejos, cruzado el Gigüela, nos encontramos las ruinas de un molino-éstas antes de cruzar el Gigüela-, las de la fábrica de mantas llamada Ventosilla y las de una central eléctrica. Es una zona ampliamente romanizada. De Torrejoncill0 a la ermita de su Patrona hay una distancia de 5,6 kilómetros. Parte un camino del surtidor de gasoleo de la cooperativa agrícola llamada precisamente Virgen de Urbanos. El 1 de Mayo se celebra la subida de la Virgen de Urbanos y el primer domingo de Junio la Bajada. El cuarto vernes de Agosto es la fiesta del Cisto del Amor. El pueblo tiene otra ermita dedicada a la Virgen de la Soledad. En tierras de Torrejoncillo se localizan dos despoblados. Los Torrejones a unos 2 kilómetros del límite entre los términos de Torrejoncillo y Carrascosa. Al suroeste de Los Torrejones el Torrejón. El Torrejón lo situamos a orillas del arroyo de la Vega Seca alimentado por el manantial de Paleras y del pozo de su mismo nombre. En una hondonada en sus cercanías hay terrenos de enñarcamiento junto a la cañada de Los Serranos o Los Chorros que pasa justo al norte de lo que fue este asentamiento. Vemos como el actual nombre de la población ya estaba en los que fueron sus origenes poblacionales. Debe su apelativo "del Rey" por ser señorío de realengo desde la primera mitad del siglo XVI al emanciparse del Alfoz de la Tierra de Huete y comparar su privillegio de Villazgo, pasando de ser aldea de Huete a villa con derechos sobre su término y fiscalidad.
Cerca de la población se encuentra la "Cueva de la Mora Encantada", la cual fue en tiempos de los romanos una importante mina de lapis especularis – "espejuelo"– con el cual se realizaban rudimentarios cristales usados por ejemplo en las ventanas y en la fabricación de algunos objetos como perfumeros.
Forman el Municipio, Horcajada de la Torre, Villar del Águila, Villar del Horno, Naharros y Villarejo sobre Huerta. Está Torrejoncillo del Rey a unos 44 Kilometros al suroeste de la ciudad de Cuenca y a casi 1000 metros de altitud.

Del siglo VI al II a.C. hay en Torrejoncillo recuerdos de comunidad celtibérica ocupada en actividades pastoriles con asentamiento en el cerro de la Plaza de Armas en las inmediaciones del núcleo urbano. La amplia y elevada meseta que forman las alturas calizas de esta zona del término de Torrejoncillo, unido a la presencia de agua; Fuente del Carretero, hacen del lugar el sitio idóneo donde resguardar aisladamente y tener controlado los rebaños de la cabaña ganadera. El cercano castellum de La Atalaya, torre circular de unos diez metros de diámetro, con finalidad defensiva y de control del territorio completaba la vigilancia y protección de la riqueza ganadera de la época. Los yacimientos celtibéricos del término no parecen destruidos y alcanzan en sus restos materiales hasta el periodo romano, lo que sugiere que la población los abandonó o fue obligada a abandonarlos en un determinado momento con la romanización del lugar, situándose por grado o por fuerza en la llanura y en el valle del cigüela, en lugares más favorables con los nuevos modelos productivos y de organización impuestos por los romanos. Como vemos los nombres de pueblos y despoblados de la zona son el recuerdo de estas torres de vigilancia.
Fotos tomadas el 29 de agosto de 2008.

La Muela del Pulpón. Carrascosa del Campo. Cuenca


Lado sur con la vista del trasvase Tajo- Segura
Vistas de los pueblos de Olmedilla del Campo y Valparaiso de Abajo desde lo alto del Cerro del Pulpón.
El Cerro de la Muela del Pulpón visto desde la carretera de Carrascosa a Palomares.
Restos de los paramentos de la muralla sur.
Lados norte y oeste.
Lado suroeste.
Restos en superficie junto a los restos de muralla del lado norte.
Lado oeste
Lado oeste.
Vista del noroeste.
Lado oeste, hacia la carretera de Carrascosa a Palomares.

Lado noroeste de la muralla que circundaba el cerro.


Restos de los cubos de muralla de la pared este.


Restos de construcciones de la esquina sureste. Como se puede apreciar el Cerro permitía una visión inmejorable de la amplia llanura de las tierras al sureste de su posición. Esta orientación permitia un control total de los movimientos que se produjeran o vinieran desde el sureste, como era, entre otros, la vigilancia de la calzada que procedía de la cercana Segóbriga.
Esquina noreste.
Lado este.
Restos de los paramentos de la muralla sur.
Pequeño pozo correspodiente a unas de las catas arqueológicas.

En tierras de Carrascosa llegaron a existir hasta doce pequeños poblados surgidos en las inmediaciones de recursos de agua, pozos, arroyos y fuentes, que en la actualidad recuerdan sus nombres. Al sur de la cañada de Beteta, llegamos al despoblado del Pulpón siguiendo durante unos escsos seís kilómetros la carreta a Palomares y junto a ella encontraremos sus muy importantes restos en tierras conocidas como Hoya del Tesoro. Estaba situado en las inmediaciones de una laguna ya desecada; señalada en la cartografía como La Laguna. Al sur se encuentran el cerro del Pulpón y el cerro de la Muela en el paraje de Pozoamargo.
El Cerro o Muela del Pulpón, o simplemente también El Pulpón; al que pertenecen las fotos, estuvo enclavado un centro de primordial importancia para la actividad metalúrgica y económica romana siendo uno de los más importantes de España con restos e indicios de su ocupación desde la edad de los metales por la cantidad de escorias de hierro y cobre encontradas. Fue castrum prerromano, centro fabril romano, luego poblado y también fortaleza visigoda y árabe. La vista área que nos proporciona la SIGPAC del Pulpón nos da la cota más alta del contorno con 894 metros y a 200 metros del arroyo de la Vega Seca que termina en el arroyo de la Vega que baja desde Loranca, permite apreciar con gran claridad las trazas en altura de su recinto amurallado con cubos de muralla bastante bien conservados en algunos de sus tramos delimitando restos de construcciones en un recinto prácticamente cuadrado. En esta fortificación situamos un poblado habitado por los trabajadores del centro fabril y de las minas del llamado espejuelo.
El Cerro del Pulpón se encuentra a unos escasos siete kilómetros de Carrascosa del Campo por la carretera a Palomares del Campo, alzándose en la margen izquierda. De 859 metros de altitud lo localizamos a 1,5 kilómetros al sur del despoblado del Pulpón. No se deben olvidar los restos de trabajo de espejuelo encontrados en El Pulpón. Tanto es así que vías principales de comunicación y en especial la calzada que unía Segobriga con Cartago-Nova se articulaban en función del aprovechamiento de este material cuya explotación tenía tanta relevancia en la economía romana como la de los metales. El enclave metaluúrgico de la Muela del Pulpón ofrecía servicio a la cercana ciudad de Segobriga y a las de Erkavica y Valeria, al centro de la península y a enclaves romano de las tierras levantinas. Se han encontrado abundantes hallazgos en relación con la fabricación de armas, utensilios de metales así como trazas de acuñación de monedas. En la excavación realizada por la Universidad de Guelph, Canada, se descubrieron objetos de metal, cerámica de todas las épocas del período romano y fragmentos de estucados. A su misma altura pero a unos 3 kilómetros al oeste de su emplazamiento, próximo a la cañada de Los Serranos, y siguiendo la carretera a Saelices y desviándonos en su Kilómetro ocho se encuentra el yacimiento y necrópolis celtíberos de Las Madrigueras del pueblo de los Olcaldes. Descubierto en diciembre de 1963, es una necrópolis de campos de urnas de la época del hierro junto al cauce del río Valdejudíos de gran importancia para el estudio de la romanización de este territorio y para el conocimiento de la población prerrománica de la meseta sur.