miércoles, 12 de marzo de 2008



Loranca tuvo su asiento primitivo en los poblados de los que se han hallado trazas en los parajes de El Villar y Los Casares en parajes próximos al pozo de la Fuente y al Vallejo de La Pila en relación con la calzada romana que desde Segobriga subía hasta Erkávica en Cañaveruelas atravesando tierras de Loranca y Huete. Las ruinas de La Lamparilla, junto a las vías del ferrocarril Madrid–Cuenca, a unos cuatro kilómetros al noroeste de la actual población de Loranca en los límites de sus término con los de Huete y Vellisca y junto a la cañada trashumante de Molina de Aragón y al camino que desde Huete se dirigía a Tarancón se revelan así mismo como restos de lugar de poblamiento. Al norte de la Villa en tierras conocidas como La Retama y el Ranchuelo por donde discurre el llamado Vallejo de La Pila que baja desde los Altos de los Asperones pasando cerca de la choza de Las Peñas y el Pozo de la Fuente recogiendo las de estas tierras para seguir al Pozo Pelos cerca del cual se unen aguas ahora procedentes de tierras en las inmediaciones de las chozas llamadas Nueva y de la Sierra de Naharros. Cerca está la Fuente del Portillejo-y como recuerdo de la actividad trashumantes corrales, como el propio de la Lamparilla y las ya citadas chozas.

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